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riesgos en el embarazo

Siete riesgos en el embarazo que debes conocer

El embarazo es uno de los momentos más especiales de la maternidad. Mes a mes, la madre va conociendo a su bebé y va siendo testigo de su desarrollo, viviendo experiencias únicas e inolvidables. Sin embargo, no está exenta de posibles complicaciones que pudieran presentarse, que en menor o mayor medida, afectarían su salud y la de su bebé.

Los riesgos en el embarazo

Son complicaciones que se presentan durante el período de gestación y pueden afectar la salud de la madre, del bebé o de ambos. Algunas mujeres pueden padecer problemas de salud antes de quedar embarazadas, lo cual puede desencadenar ciertas complicaciones. Otros problemas tienen origen durante el embarazo, originándose desde la placenta, el nivel de hierro en el organismo, malos hábitos, entre otras.

cta riesgo de embarazoPlacenta previa

Ocurre cuando la placenta del bebé obstruye parcial o totalmente el cuello uterino de la madre. Puede ser diagnosticada con una ecografía durante una consulta prenatal de rutina o, en un caso más serio, luego de un sangrado vaginal. En la mayoría de los casos, se diagnostica a través de la ecografía en el segundo trimestre del embarazo. La causa exacta de esta complicación es desconocida. Entre las consecuencias que se pueden presentar, están:
  • Sangrado vaginal: se muestra en un color rojo intenso que puede suceder a partir de la segunda mitad del embarazo, durante el trabajo de parto o las primeras horas luego de dar a luz. El mayor riesgo es la presencia de una hemorragia vaginal abundante que puede poner en riesgo la vida de la madre.
  • Parto prematuro: si el sangrado se hace agudo, es probable que se tenga que practicar una cesárea de emergencia antes de llegar al final del embarazo.

Preeclampsia

Esta es una complicación caracterizada por la presión arterial alta y daños en otros órganos (frecuentemente hígado y riñones). Por lo general, se inicia luego del segundo trimestre del embarazo en mujeres cuya presión arterial se había mantenido en los valores normales. La causa de la preeclampsia comprende varios factores. Los especialistas creen que tiene su origen en la placenta, el órgano donde se nutre el feto en su gestación. Lo que ocurre en las primeras semanas del embarazo es que, a medida que se van formando nuevos vasos sanguíneos, éstos evolucionan para enviar sangre a la placenta de manera eficiente y constante. Sin embargo, en las mujeres que la presentan, estos vasos sanguíneos no se desarrollan o dejan de funcionar adecuadamente, lo cual limita la cantidad de sangre que debe fluir por ellos. Las causas de esta formación anormal pueden ser:
  • Flujo insuficiente de sangre que llega al útero
  • Daño en los vasos sanguíneos
  • Deficiencia en el sistema inmune
  • Algunos genes determinados
Mientras más temprano se presente, mayor será el riesgo en el embarazo para la madre y el bebé. La preeclampsia puede requerir que el especialista induzca el trabajo de parto. Incluso, puede ser necesaria una cesárea en caso de alguna infección. Algunas de sus complicaciones, son:
  • Restricción del crecimiento fetal
  • Parto prematuro
  • Desprendimiento placentario
  • Daño a otros órganos
  • Enfermedad cardiovascular
En los casos donde la preeclampsia agrava, las funciones cerebrales pueden ser afectadas, causar convulsiones o que la paciente pueda entrar en un estado de coma, lo que significa una eclampsia.

Anemia por deficiencia de hierro

Se presenta cuando la madre no tiene suficientes reservas de hierro o no consume lo necesario en su embarazo. Durante la gestación, es necesario duplicar la cantidad de hierro a la que está acostumbrada cuando no está embarazada. Su organismo necesita esta cantidad de hierro para fabricar más sangre y suministrar más oxígeno al bebé. El riesgo a padecer anemia durante el embarazo es mayor si:
  • Se tiene dos embarazos muy seguidos
  • Se tiene un embarazo múltiple
  • No se consume suficiente hierro
  • Se tiene antecedentes de anemia
Algunos síntomas son:
  • Cansancio
  • Debilidad
  • Piel pálida o amarillenta
  • Latidos irregulares del corazón
  • Dificultad al respirar
  • Mareos
  • Dolor en el pecho
  • Dolor de cabeza
Algo a tener en cuenta, es que los síntomas de la anemia pueden asemejarse a los síntomas comunes del embarazo. Ante cualquier duda, lo más recomendado siempre es consultar con el especialista. Al no atenderse a tiempo puede llegar a agravarse, lo que puede aumentar el riesgo de nacimiento prematuro, bajo peso del bebé al nacer y depresión posparto. Una forma de prevenir la anemia durante el embarazo es tomar una vitamina prenatal que contenga hierro. En algunos casos, el especialista podría recomendar otro suplemento de hierro diferente. De igual manera, una buena alimentación también puede ayudar. Algunos alimentos ricos en hierro son las carnes rojas, las carnes blancas y el pescado.

Aborto espontáneo

Se refiere a la muerte del embrión de manera natural o bien la salida del feto antes de que se haya desarrollado lo suficiente para sobrevivir.Esto ocurre en las primeras 20 semanas e incluso puede suceder sin que la madre haya estado consciente de su embarazo. Causado principalmente por anomalías cromosómicas que, en gran número de casos son la consecuencia de errores que ocurren por casualidad a medida que el embrión se va dividiendo y creciendo en el útero y no propiamente por problemas de salud heredados de los padres. Estos son los síntomas de un aborto que ocurre de manera espontánea:
  • Dolor pélvico, tipo cólico. Calambres abdominales e incluso en la parte inferior de la espalda.
  • Manchado o sangrado vaginal.
  • La expulsión de fluidos o tejidos por la vagina. En caso de que esto le suceda debe llevarlo en un envase limpio al centro de salud al que acudirá para que el médico tratante pueda analizarlo.
Tomando atención a estos síntomas, la atención médica inmediata es importante. Con ello puede evitar una infección uterina reflejándose con fiebre, escalofríos, sensibilidad abdominal y secreción vaginal con mal olor. Cuando esto se presenta ya se conoce como un aborto séptico.

Ruptura prematura de membranas

Es como se conoce a la ruptura prematura de membranas (RPM), y sucede cuando estas se rompen de forma temprana antes de que una mujer entre en trabajo de parto. Si la ruptura se presenta antes de la semana 37 del embarazo, se denomina ruptura prematura de membranas pretérmino (RPMP). Cuanto más temprano aparezca, más grave será para la madre y el bebé. En la mayoría de los casos, se desconoce la causa precisa de la RPM. Algunos factores de riesgo pueden ser:
  • Infecciones del útero, cuello uterino o vaginaz
  • Estiramiento excesivo del saco amniótico
  • Fumar o consumir bebidas alcohólicas
  • Haber pasado por biopsias del cuello uterino o cirugía
  • Si ya ha presentado una RPM anteriormente
Dependiendo de la semana donde se encuentre el embarazo, las consecuencias de la RPM pueden variar.
  • Después de 37 semanas: para este punto, el bebé está listo para nacer y será necesario entrar en trabajo de parto pronto, a fin de evitar contraer alguna infección. El mismo puede ser de manera espontánea o inducido.
  • Entre las semanas 34 y 37: Es muy probable que el especialista sugiere inducir el trabajo de parto. Lo más seguro para el bebé será nacer unas semanas antes. Incluso será mejor para la madre, pues así evitará infecciones.
  • Antes de las 34 semanas: La situación será más grave en este caso. Si no se presentan infecciones, el especialista puede tratar de retrasar el trabajo de parto, mantener a la madre en reposo absoluto y comenzar a administrar esteroides para ayudar a que los pulmones del bebé crezcan más rápido. También recibirá antibióticos para evitar las infecciones y será vigilada en el centro médico. Cuando los pulmones del bebé hayan crecido lo suficiente, se inducirá el trabajo de parto.

Embarazo de alto riesgo

Es aquel que tiene más posibilidades de presentar problemas de salud antes, durante o después del parto para la madre y el bebé. Generalmente requiere un control o atención médica especial en su desarrollo. A veces, puede ser el resultado de una afección médica presente antes del embarazo. En otros casos, deriva de una alteración que se va generando durante el mismo.
Malos hábitos en el embarazo Hábitos como fumar pueden desencadenar un embarazo de alto riesgo
Estos son algunos de los factores específicos que pueden incidir en un embarazo de alto riesgo:
  • Edad avanzada de la madre: los riesgos del embarazo son más altos para las madres mayores de 35 años.
  • Hábitos en el estilo de vida: fumar cigarrillos, beber alcohol y consumir drogas ilegales incrementan el nivel del riesgo de un embarazo.
  • Problemas de salud materna: la presión arterial alta, obesidad, diabetes, epilepsia, enfermedades de la tiroides, trastornos cardíacos, entre otras condiciones pueden influyen significativamente.
  • Embarazo múltiple: Las mujeres embarazadas de dos o más bebés pueden ser propensas a correr con riesgos durante el mismo.
Cuando se tiene el conocimiento de un embarazo de alto riesgo o simplemente se quiere hacer todo lo posible para evitar uno, hay algunos cuidados que se deben seguir al pie de la letra, como por ejemplo:
  • Acudir a una cita previa al embarazo: si hay intenciones de quedar embarazada, se debe consultar al especialista. Es probable que aconseje tomar una vitamina prenatal diaria con ácido fólico y que se alcance un peso saludable. Si existe una condición especial médica, el tratamiento podría modificarse a modo de preparación para el embarazo.
  • Consultas regulares: las consultas prenatales pueden ayudar al control de la salud de la madre y el bebé. Inclusive podría ser remitida a especialistas en otras áreas, a fin de mantenerse lo más saludable posible.
  • Evitar el consumo de sustancias riesgosas: hábitos como el cigarro y el alcohol están prohibidos. Además, se debe consultar sobre los medicamentos o suplementos que se estén ingiriendo en ese momento.
Además de eso, se debe estar muy pendiente de cualquier tipo de afección que se esté experimentando durante el embarazo. Como el sangrado vaginal, vómitos persistentes e incluso ardor al orinar, deben consultarse con el especialista y realizarse los análisis de laboratorio que sean prescritos.

Dificultades en el parto

No solo puede haber complicaciones durante el embarazo, sino también en el proceso de parto. Algunas de las que se pueden presentar son:
  • Problemas con la placenta: puede comprender su desprendimiento del útero antes del nacimiento o su adherencia con demasiada firmeza.
  • Trabajo de parto que no progresa: esto puede suceder cuando las contracciones se debilitan, el cuello uterino no se dilata lo suficiente, e incluso, el tamaño de la pelvis es demasiado pequeña para que el bebé pueda salir.
  • Frecuencia cardíaca anormal del bebé: si la frecuencia cardíaca del bebé es muy rápida o muy lenta, esto puede ser señal de que no está recibiendo suficiente oxígeno.
  • Problemas con el cordón umbilical: puede presentarse que el cordón se enganche a las extremidades del bebé, tales como brazos, piernas, e incluso su cuello. Otro inconveniente es que el cordón salga primero que el bebé.
  • Distocia del hombro: cuando la cabeza del bebé sale, pero su hombro se atasca.
  • Sangrado excesivo: puede ocurrir cuando el parto causa desgarros en el útero o no se desprende la placenta luego de dar a luz al bebé.
  • Presentación Podálica: también conocida como presentación de nalgas. Consiste en que los pies o nalgas del feto aparecen en primer lugar. Es una posición anormal en el parto que puede causar lesiones importantes en el bebé y la madre.
  • Atonía Uterina: se refiere a la aparición de una hemorragia considerable a partir del momento del parto.
  • Diabetes gestacional: es un tipo de diabetes que solo se presenta por primera vez en la paciente durante la gestación del embarazo y por lo general aparece en la mitad del mismo.
Si se presentan problemas graves durante el parto, es muy probable que el especialista necesite inducirlo o acelerarlo. Incluso, la cesárea puede ser una opción ante las dificultades.

Parto prematuro

Por parto prematuro se conoce a aquel que ocurre más de tres semanas antes de la fecha de parto estimada. Precisamente, antes de la semana 37 de embarazo. Los bebés prematuros suelen presentar problemas médicos que pueden variar dependiendo de cada uno. Según el número de semanas, un parto prematuro se puede clasificar en:
  • Prematuro tardío: entre la semana 34 y 36 del embarazo.
  • Prematuro moderado: entre la semana 32 y 34 del embarazo.
  • Muy prematuro: antes de las 32 semanas de embarazo.
  • Prematuro extremo: antes de las 25 semanas de embarazo.
La causa específica del parto prematuro no es clara. Aun así, existen factores de riesgo que pueden conllevar a uno:
  • Haber tenido un parto prematuro previo
  • Embarazo múltiple (trillizos o más)
  • Una diferencia de menos de seis meses entre un embarazo y otro
  • Haber dado a luz a través de la fecundación in vitro
  • Problemas en el útero, cuello uterino o placenta
  • Tabaquismo
  • Afecciones crónicas, como presión arterial alta y diabetes
  • Lesiones físicas o traumatismos
Si bien no todos los bebés prematuros tienen complicaciones. El nacimiento temprano puede causarles problemas de salud a corto y a largo plazo. Por lo general, cuanto más temprano nace un bebé, más alto es el riesgo de tener complicaciones.

A corto plazo

Las complicaciones que pueden presentarse durante las primeras semanas son:
  • Problemas respiratorios
  • Problemas de corazón
  • Problemas cerebrales
  • Problemas gastrointestinales
  • Problemas del sistema inmune

A largo plazo

Un parto prematuro puede ocasionar las siguientes complicaciones a largo plazo:
  • Parálisis cerebral infantil
  • Deficiencia en el aprendizaje
  • Problemas de visión
  • Problemas de audición
  • Problemas de conducta y psicológicos
  • Problemas crónicos de salud
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