Actualizado: 24 de noviembre 2023
El cáncer de próstata es un tipo de cáncer muy común en los hombres y el segundo tipo de mayor tasa de mortalidad (el primero es el cáncer de pulmón y colorrectal). Aún no se conoce la causa exacta por la que ocurre esta enfermedad, pero suele aparecer con frecuencia sobre todo en los hombres de edad avanzada.
¿Qué es el cáncer de próstata?
El cáncer de próstata es el crecimiento descontrolado de las células en la próstata, según la Sociedad Americana del Cáncer. Con frecuencia este tipo de cáncer suele desarrollarse en hombres entre 65 a 75 años de edad. Sin embargo, suele ser una enfermedad de crecimiento lento por lo que con un diagnóstico a tiempo puede ayudar a salvar la vida del paciente y evitar mayores complicaciones.

¿Qué es la próstata?
La próstata es una glándula con forma de nuez que forma parte del aparato reproductor y urinario del hombre. Se encuentra delante del recto y debajo de la vejiga. Su función es generar el líquido que acompaña al semen, además de nutrir los espermatozoides.
Esta glándula con el pasar de los años puede sufrir procesos inflamatorios o de creciemiento que dificultan la salida de orina de la vejiga.
Función de la próstata
La próstata es una glándula que forma parte del sistema reproductor masculino y tiene varias funciones importantes, entre las cuales se destacan:
-
Producción de líquido prostático: La principal función de la próstata es producir un líquido que se mezcla con el semen durante la eyaculación. Este líquido prostático proporciona nutrientes y protección a los espermatozoides, ayudando a su movilidad y supervivencia.
-
Regulación hormonal: “Las células prostáticas se encargan de producir el antígeno prostático que es una proteína que ayuda a mantener el equilibrio hormonal en el cuerpo masculino.”
-
Protección de los espermatozoides: El líquido prostático también tiene propiedades antibacterianas que ayudan a proteger a los espermatozoides de posibles infecciones durante su recorrido por el tracto reproductivo masculino.
Es importante destacar que, con el envejecimiento, la próstata puede experimentar cambios y aumentar de tamaño, lo que puede llevar a problemas como la hiperplasia prostática benigna (HPB) o el cáncer de próstata. Por esta razón, es fundamental realizar controles médicos regulares para detectar cualquier alteración en su funcionamiento.
Próstata inflamada
La próstata inflamada, también conocida como prostatitis, es una condición en la que la próstata, se inflama y se hincha. Esta inflamación puede ser causada por una infección bacteriana, una respuesta autoinmune o un trastorno del sistema inmunológico.
Existen diferentes tipos de prostatitis, que incluyen:
-
Prostatitis aguda bacteriana: causada por una infección bacteriana repentina en la próstata. Los síntomas incluyen fiebre, escalofríos, dolor pélvico intenso y dificultad para orinar.
-
Prostatitis crónica bacteriana: similar a la prostatitis aguda bacteriana, pero los síntomas son menos intensos y pueden aparecer y desaparecer con el tiempo.
-
Prostatitis crónica no bacteriana: también conocida como síndrome de dolor pélvico crónico, es la forma más común de prostatitis. Los síntomas incluyen dolor pélvico persistente, dificultad para orinar y molestias durante las relaciones sexuales.
-
Prostatodinia: una forma rara de prostatitis en la que no se encuentran bacterias ni inflamación en la próstata, pero el paciente experimenta dolor pélvico crónico.
El diagnóstico de la próstata inflamada se basa en la historia clínica del paciente, un examen físico de la próstata y pruebas adicionales, como análisis de orina, cultivo de semen y pruebas de imagen, como una ecografía o una resonancia magnética.
El tratamiento para la próstata inflamada depende del tipo de prostatitis y puede incluir medicamentos antibióticos para tratar una infección bacteriana, medicamentos antiinflamatorios para aliviar el dolor y los síntomas, relajantes musculares para aliviar los espasmos en los músculos pélvicos y cambios en el estilo de vida, como evitar alimentos irritantes y mantener una buena higiene personal.
Es importante buscar atención médica si experimentas síntomas de la próstata inflamada, ya que el tratamiento adecuado puede ayudar a aliviar los síntomas y prevenir complicaciones a largo plazo.
Síntomas de la próstata inflamada
Los síntomas de la próstata inflamada, también conocida como prostatitis, pueden variar de una persona a otra. Algunos síntomas comunes incluyen:
- Dolor o malestar en la zona pélvica, el área entre el escroto y el ano.
- Dificultad para orinar o micción dolorosa.
- Necesidad frecuente de orinar, especialmente durante la noche.
- Sensación de no poder vaciar completamente la vejiga.
- Chorro de orina débil o interrumpido.
- Dolor durante o después de la eyaculación.
- Sangre en la orina o semen.
Es importante destacar que estos síntomas también pueden ser causados por otras afecciones de la próstata, como la hiperplasia prostática benigna (HPB) o el cáncer de próstata. Si experimentas alguno de estos síntomas, es recomendable que consultes a un médico para obtener un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado.
¿La próstata inflamada es un signo de cáncer?
No, la inflamación de la próstata, conocida como prostatitis, no es un signo de cáncer de próstata. Sin embargo, algunos síntomas de la prostatitis, como el dolor pélvico o dificultad para orinar, también pueden estar presentes en el cáncer de próstata. Por lo tanto, es importante buscar atención médica para obtener un diagnóstico adecuado y descartar cualquier posibilidad de cáncer de próstata.
Cáncer de próstata síntomas
El cáncer de próstata es poco frecuente en hombres menores de 40 años, pero su incidencia aumenta a partir de los 50 años y la mayoría se detecta en mayores de 65 años.
Durante los primeros estadios del cáncer puede que no se presente ningún tipo de síntoma. En algunos pacientes los síntomas pueden tardar hasta años en manifestarse. En los casos más leves se pueden detectar síntomas como:
- Obstrucciones leves en el canal urinario.
- Incontinencia urinaria.
- Interrupción o disminución de la fuerza al orinar.
- Se vuelven más frecuentes las ganas de miccionar.
- Sensación de irritación durante la micción.
- Dificultad para orinar.
Asimismo, en el cáncer de próstata que se encuentra en una etapa más avanzada puede presentarse:
- Dificultad para tener relaciones sexuales.
- Sangre en el semen.
- Dolor frecuente en la región lumbar.
- Infección urinaria.
- Sangre en la orina.
- Dolor en los huesos.
- Hinchazón en las piernas.
- Insuficiencia renal.
- Anemia.
- Pérdida de peso y de apetito.
- Disminución de fuerza al orinar.
- Interrupción del flujo del orine.
Causas del cáncer de próstata
Las causas del cáncer de próstata aún no son desconocidas. No existe una razón específica por la que pueda ocurrir esta enfermedad, sin embargo, existen distintos factores de riesgo a los que se debe estar atento para prevenir su padecimiento.
Factores de riesgo
-
Edad: los hombres con una edad mayor a los 50 años de edad pueden tener mayores probabilidades de sufrir cáncer de próstata.
-
Hormonas: la dependencia de hormonas andróginas puede ser un factor por el que se desarrolle el cáncer.
-
Raza: los hombres afroamericanos tienen mayor riesgo de sufrir este tipo de cáncer, en comparación con otras razas.
-
Obesidad: los hombres obesos tienen un mayor riesgo en comparación a aquellos que poseen un peso saludable. Además, existen mayores probabilidades de enfrentarse a un cáncer más agresivo.
-
Antecedentes familiares: Si en la familia del paciente su padre o hermanos han padecido cáncer de próstata, existen mayores probabilidades que este desarrolle la enfermedad. Usualmente en los casos de herencia de cáncer puede aparecer antes de los 55 años.
Diagnóstico
Dado que el cáncer de próstata es más frecuente a partir de los 50 años, se recomienda iniciar el control urológico al llegar a esa edad. Sin embargo, si existen antecedentes familiares de cáncer de próstata u otros tumores urológicos, lo mejor es iniciar a los 40 o 45 años.
Si presenta manifestaciones relacionadas con el sistema urinario, se debe consultar con el especialista.
Para realizar el tratamiento adecuado del cáncer de próstata el médico deberá realizar una serie de exámenes diagnósticos.
El especialista que ve la próstata es el urólogo. Este es un médico especializado en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades del sistema urinario, incluyendo la próstata. Si se sospecha de algún problema en la próstata, como la prostatitis o el cáncer de próstata, se recomienda acudir a un urólogo para una evaluación adecuada y un tratamiento adecuado si es necesario.
Para un diagnóstico el médico puede recomendar realizarse un examen como:
-
Tacto rectal: en este examen el médico introduce un dedo con guante lubricado en el recto del paciente para examinar cómo se encuentra la próstata. Este es el primer examen que el médico debe realizar. Aquí se evaluará si existe alguna anomalía en la forma, textura e incluso el tamaño de la glándula.

Tacto rectal para examinar la próstata
-
Análisis de antígeno prostático específico: con una muestra de sangre extraída del brazo se puede detectar si existe la presencia del PSA, una sustancia que se produce de forma natural gracias a la próstata. En los exámenes debe aparecer el PSA en pequeñas cantidades, pero si se encuentra en niveles elevados puede significar inflamación, infección, agrandamiento o cáncer de próstata.
Asimismo, en el caso de haber detectado alguna anomalía en los primeros exámenes, el médico tratante puede recomendar otras pruebas como:
-
Resonancia magnética: este examen puede ser recomendado para obtener una imagen más detallada de cómo se encuentra la próstata. Así se puede plantear el procedimiento a seguir en caso de requerir muestras del tejido.
-
Ecografía: permite realizar el diagnóstico, aquí se le introduce una pequeña sonda en el recto al paciente. El tamaño de la sonda es similar al de un cigarrillo y puede servir para crear una imagen de la glándula prostática.

Ecografía transrectal para detectar cáncer de próstata
-
Biopsia: Con ayuda de este procedimiento el médico puede determinar si existe presencia de células cancerosas. Usualmente para extraer una muestra se inserta una aguja fina en la próstata y el tejido se analiza en un laboratorio.
Posteriormente a la biopsia, si se confirma la presencia de cáncer el médico debe determinar el grado en el que se encuentran las células cancerosas. Dependiendo del grado de cáncer, existen mayores probabilidades de propagarse en el organismo rápidamente. Algunas alternativas para determinarlo son la puntuación de Gleason y pruebas genómicas.
Tratamiento del cáncer de próstata
El tratamiento para cáncer de próstata dependerá de la rapidez con la que crece la enfermedad, cuánto se ha diseminado en el organismo y la salud del paciente en general. Asimismo, dependerá de los beneficios o efectos secundarios del tratamiento.
En algunos casos, cuando el cáncer se encuentra en un grado bajo no necesita un tratamiento inmediato. Pero, sí requerirá una vigilancia activa. En esta situación el médico puede recomendarle realizar de forma periódica pruebas de sangre, tactos rectales y biopsias en la próstata.
Cirugía de extirpación
La cirugía se utiliza para extirpar la próstata, el tejido circundante y parte de los ganglios linfáticos. Sin embargo, esta alternativa se realiza cuando el cáncer mantiene únicamente su presencia en la próstata.
Radioterapia y braquiterapia
Este tratamiento es uno de los más comunes para tratar distintos tipos de cáncer. Su función principal es destruir las células cancerígenas por medio de una energía de alta potencia. Para los pacientes de cáncer de próstata se utiliza una radiación de haz externo durante 5 días a la semana. Aunque algunos médicos pueden recomendar dosis de mayor radiación por una menor cantidad de tiempo.
La radioterapia puede usarse para destruir el cáncer que se encuentra alojado en la próstata y también en otras áreas en donde pudo haberse diseminado. También permite que el crecimiento del cáncer sea mucho más lento.
En la braquiterapia se colocan semillas radiactivas dentro de la próstata.
Terapia hormonal
Otro método alternativo que pueden escoger los médicos es la terapia hormonal. Un tratamiento que elimina la producción de la testosterona para que las células cancerígenas mueran o crezcan lentamente. Este tipo de terapia puede realizarse por medio de medicamentos o por una cirugía de extirpación como la orquiectomía.
De igual forma, el tratamiento puede usarse cuando se encuentra el cáncer de próstata en una etapa avanzada y puede usarse incluso antes de optar por la radioterapia.
Quimioterapia
La quimioterapia permite destruir las células cancerosas de rápido crecimiento. Se puede aplicar el tratamiento intravenoso o por pastillas. Este tratamiento se aplica con regularidad cuando el cáncer se ha esparcido en otras áreas del cuerpo y cuando la terapia hormonal no ha tenido los resultados esperados.
Inmunoterapia
En la inmunoterapia se utiliza el sistema inmunológico del paciente para combatir el cáncer. Para este procedimiento los especialistas toman algunas células inmunitarias y las manipulan genéticamente para que puedan combatir el cáncer de próstata. Posteriormente es inyectado en el cuerpo para que comience a actuar.
También la inmunoterapia puede aplicarse por medio de medicamentos que ayuden al sistema inmunológico a detectar y atacar las células cancerígenas que se encuentran en la próstata. Usualmente se opta por este tratamiento cuando la terapia hormonal no ha dado buenos resultados.
Medidas para prevenir el cáncer de próstata
No existe con exactitud medicamentos que puedan ayudar a reducir el riesgo de cáncer de próstata. En este caso se recomienda a las personas que puedan tener mayores posibilidades de riesgo por la raza, la edad o los antecedentes familiares que hablen con su médico tratante para realizarse un examen a partir de los 50 años.
El cáncer de próstata puede afectar a los hombres que se encuentran en edad avanzada. Cuidar su peso corporal, la alimentación y su actividad física podrá ayudar a tener una vida mucho más saludable.
Consejos para cuidar la próstata
Para cuidar la próstata, se pueden seguir algunas recomendaciones:
-
Mantener una dieta equilibrada: Consumir alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras, puede ayudar a proteger la próstata. También es importante limitar el consumo de alimentos procesados y grasas saturadas.
-
Mantener un peso saludable: El exceso de peso puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas en la próstata. Mantener un peso adecuado a través de una alimentación balanceada y ejercicio regular puede ser beneficioso.
-
Realizar ejercicio regularmente: La actividad física regular, como caminar, correr o nadar, puede ayudar a mantener la próstata saludable. Se recomienda realizar al menos 30 minutos de ejercicio moderado al día.
-
Evitar el tabaco y el alcohol: El consumo excesivo de alcohol y el tabaquismo pueden aumentar el riesgo de desarrollar problemas en la próstata, como el cáncer. Es importante evitar o limitar su consumo.
-
Realizar controles regulares: A partir de los 50 años, es recomendable realizar exámenes de detección de cáncer de próstata, como el examen de antígeno prostático específico (PSA) y el tacto rectal, según las recomendaciones del urólogo. Estos exámenes pueden ayudar a detectar problemas en la próstata en etapas tempranas.
-
Mantener una vida sexual activa: Algunos estudios sugieren que tener una vida sexual activa puede ayudar a mantener la próstata saludable. Sin embargo, es importante recordar que la actividad sexual no previene ni trata enfermedades de la próstata.
-
Controlar el estrés: El estrés crónico puede afectar la salud en general, incluyendo la próstata. Es importante encontrar formas de manejar el estrés, cómo practicar técnicas de relajación, hacer ejercicio o buscar apoyo emocional.
Es importante tener en cuenta que estas recomendaciones no garantizan la prevención de problemas en la próstata, pero pueden ayudar a mantenerla saludable. Si se presentan síntomas o se tiene alguna preocupación, es fundamental acudir a un urólogo para una evaluación adecuada.