La hepatitis es una enfermedad muy común, conocer los tipos, causas y prevención es de suma importancia.
La hepatitis es una enfermedad muy común, conocer los tipos, causas y prevención es de suma importancia.
La hepatitis, es un tipo de enfermedad muy común, por lo que es importante conocer cómo detectarla, pero es mucho más aún, saber cómo prevenirla. Son varios tipos de hepatitis que existen, que al reconocer sus síntomas, se podrá saber cuál es el tratamiento adecuado. Continúa leyendo para informarte cómo puedes combatir esta enfermedad.
La hepatitis, es una inflamación del hígado que puede llegar a convertirse en una fibrosis, en una cirrosis o en cáncer de hígado.
Para diagnosticarla, el médico especialista le preguntará al paciente la historia familiar, los síntomas que ha presentado, le hará un examen físico y finalmente le mandará a hacer un análisis de sangre. Esta enfermedad, se puede contraer por ingerir alcohol, drogas o por tener contacto con una persona que la padezca.
Entre sus síntomas más comunes, se pueden encontrar:
Dato curioso: ¿Sabías que el hígado es el órgano más grande del cuerpo humano?
Entre las funciones que cumple el hígado están la desintoxicación (actuando como filtro y eliminando toxinas), la síntesis (encargándose del metabolismo de proteínas, carbohidratos y lípidos) y el almacenamiento (acumulando energía en forma de azúcar); de modo que las personas que tienen algún tipo de hepatitis se les complica el correcto funcionamiento de este importante y vital órgano.
Considerando que hay pacientes que se curan de esta enfermedad, la misma trae graves problemas para la salud, aquí dejamos algunos:
Cada tipo de hepatitis presenta diferentes síntomas, por ende conocer e identificar cada uno de ellos, permitirá determinar el tratamiento adecuado:
Las personas que tienen este tipo de hepatitis, se pudieron haber contagiado por consumo de agua y alimentos contaminados o teniendo relaciones sexuales con una persona infectada.
Entre los síntomas de la hepatitis A se pueden encontrar:
Si, actualmente existen vacunas con las que se puede prevenir este tipo de hepatitis.
Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los tratamientos en los países de bajos recursos, no son accesibles para la mayoría de las personas.
Por lo general, a todo paciente que tiene este tipo de hepatitis, el médico le indica seguir una dieta balanceada, no ingerir alcohol o drogas, no automedicarse y ser más cuidadosos con la higiene.
Este tipo de hepatitis, es producido por semen, saliva de una persona infectada, sangre, agujas o cuchillas contaminadas o a través de una madre durante o después del nacimiento de su bebé. Para diagnosticarla, se necesita realizar un examen de sangre.
Si esta hepatitis llega a ser crónica, el paciente con el tiempo, puede llegar a necesitar un trasplante de hígado.
Para identificarla, es importante saber sus síntomas, entre los cuales podemos encontrar:
Si esta infección dura más de seis meses, se considera aguda.
Si, actualmente existen vacunas para prevenir la hepatitis B.
De hecho, según documentación de la OMS, existen millones de personas que han sido vacunadas contra esta enfermedad y hasta la fecha no hay ninguna relación entre su aplicación y la aparición de efectos colaterales. Esto salvo que el paciente presente alguna alergia a los componentes de la vacuna. Lo que sí está confirmado es que el uso en niños menores de 1 año está contraindicado.
Por lo general, el tratamiento es muy similar al de la hepatitis A, sin embargo todo va a depender del paciente y de su condición. El tratamiento más común es tener una buena alimentación, no ingerir ningún tipo de drogas o alcohol y no automedicarse, evitando el consumo de fármacos fuera de prescripción médica.
Generalmente la hepatitis C, se contagia por sangre o agujas contaminadas, tener relaciones sexuales sin protección, durante el trabajo de parto si la madre lo padece o por compartir elementos de una persona contagiada. Para poder diagnosticarla se necesita realizar un análisis de sangre.
Entre los síntomas de la hepatitis C están:
Actualmente, no existe vacuna para prevenir la hepatitis C. Aunque, si la persona infectada cumple con el tratamiento que le suministre el médico especialista y se evidencia una evolución del paciente, éste podrá curarse en un lapso de 8 a 12 semanas.
Por lo general, el tratamiento son medicamentos antivirales, pero si la hepatitis se complica, el paciente tendrá optar por un trasplante hepático.
Deben saber que…
Aquellas personas que consumen drogas, alcohol, tienen múltiples parejas con las que practican sexo y les hacen transfusiones de sangre constantemente, son más propensas a padecer de una Hepatitis B o C.
Para saber si la tienen o no, deberán someterse a una prueba de sangre, donde el médico tratante podrá ver el perfil bioquímico. Si en dicho examen, los valores salen alterados, el mismo procederá a realizar un eco abdominal superior para diagnosticar el verdadero estado del hígado.
Es frecuente que las personas con hepatitis B desarrollen la hepatitis D, en consecuencia se contagian de la misma manera; no obstante, los síntomas son más agudos y pueden llegar a ser graves entre ellos están:
Dato curioso: según la OMS (Organización Mundial de la Salud) un 5% de las personas que han tenido Hepatitis B crónica, también están infectadas de Hepatitis D.
Sí, es posible evitar contagiarse de hepatitis D siguiendo las siguientes recomendaciones: vacunarse contra la hepatitis B, mantener distancia y cuidado de las personas que tengan Hepatitis B y usar jeringas y agujas nuevas siempre.
Los tratamientos son muy parecidos al de las Hepatitis A, B y C, pero si el paciente tiene la piel y ojos amarillos, debe guardar reposo, alimentarse de manera adecuada y cumplir con la ingesta de los medicamentos que le recete el doctor.
Este tipo de hepatitis se transmite por consumir agua contaminada con materia fecal, entrando al organismo a través del intestino. Suele desaparecerse de dos a seis semanas o en otros casos puede llegar a convertirse en una hepatitis fulminante, causando una insuficiencia hepática aguda.
Entre los síntomas asociados a la hepatitis E tenemos:
Por lo general el médico manda reposo, mantener una buena alimentación y evitar el consumo de acetaminofén, pero si la paciente está embarazada, debe ser hospitalizada y estar en constante chequeo porque se puede complicar su gestación.
Sí, se recomienda lavar muy bien los alimentos antes de ingerirlos y tomar agua potable.
La Organización Mundial de la Salud, ha publicado diferentes investigaciones y material informativo acerca de la hepatitis E. Si te interesa saber más, ingresa aquí.
Si no existe una higiene adecuada, en el hogar o en cualquier lugar donde estén pacientes infectados de hepatitis, los riesgos de contagio son mayores, entonces se debe:
Cumpliendo todo esto a cabalidad, se evita correr el riesgo de contagiarse.
¡Todo está en la prevención! por lo tanto, recibir la vacuna es de suma importancia para todos. Ahora bien, hay personas que pueden ser más vulnerables al contagio de la hepatitis por lo cual, quienes deben estar más atentos a recibirla son:
Por lo general, se recomienda hacer una determinación de anticuerpos antes de recibir la vacuna, de esta manera se podrá comprobar que la persona no haya padecido esta enfermedad.
No tener una alimentación correcta, puede alterar los niveles del hígado, por ello diremos qué alimentos no es recomendable ingerir por una persona que tenga hepatitis:
Los procesos que duran más de seis meses, se les conoce como hepatitis crónica, mientras que a los casos recientes, se les llama hepatitis aguda. Como esta enfermedad es transmisible, es importante que se prevenga a tiempo.
Cada 28 de julio, se celebra el Día Mundial de la hepatitis, donde se realiza una campaña para generar conciencia sobre el gran brote que hay de esta enfermedad a nivel mundial.
Según world hepatitis day.org, 290 millones de personas viven con hepatitis y no lo saben, por lo que aprovechan ese día en hacer un llamado para que todos en el mundo tomen las medidas necesarias y no se contagien. La campaña se llama “Find the Missing Millions”, (Encuentra a los millones desaparecidos), si quieres saber más sobre esta campaña haz clic aquí.
Cuando el hígado se mantiene por mucho tiempo inflamado, puede sufrir graves consecuencias en el paciente afectado, entre ellas:
Si necesitas más información sobre la hepatitis, puedes ingresar a la página Fundahigado, programa de trasplante aliado de la Policlínica Metropolitana.
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