La fiebre tifoidea es una enfermedad ocasionada por una bacteria y puede ser potencialmente mortal si no es tratada a tiempo. Conoce más
La fiebre tifoidea es una enfermedad ocasionada por una bacteria y puede ser potencialmente mortal si no es tratada a tiempo. Conoce más
La fiebre tifoidea se presenta en alimentos o agua contaminada por la bacteria gram-negativa Salmonella entérica serotipo typhi. Esta es una enfermedad de tipo infecciosa y puede ser potencialmente mortal si no es tratada a tiempo.
La fiebre tifoidea es una enfermedad ocasionada por la bacteria Salmonella typhi y amenaza gravemente la salud de quienes la padecen, especialmente los niños. Esta enfermedad puede tener un mayor nivel de aparición cuando ocurren cambios climáticos o problemas urbanísticos que afectan el suministro de aguas blancas.
Una de las características de la fiebre tifoidea es que aparece en ciudades que están sobrepobladas o que tienen problemas con los sistemas de saneamiento de agua.
Por lo general los síntomas de la fiebre tifoidea aparecen de forma progresiva luego de 1 o 3 semanas de haber estado expuesto a la bacteria. Los primeros síntomas que se presentan son:
Si no es tratado a tiempo cuando comienza la aparición de los síntomas es posible que la persona presente otros síntomas como:
Ya al presentarse estos dos síntomas la persona puede desarrollar graves complicaciones que ponen en riesgo su vida. Por esta razón es importante recibir atención médica oportuna durante los primeros signos de la enfermedad.
Si no se trata, la fiebre tifoidea puede llevar a complicaciones graves, especialmente en niños. Estas pueden incluir:
Existen varias causas por las que puede aparecer la fiebre tifoidea:
Para prevenir la fiebre tifoidea existe una vacuna inyectable que tiene un antígeno purificado y se aplica para personas mayores a 2 años de edad. También existe otra vacuna que es en cápsulas que se da a partir de los 5 años. Toma en cuenta que las vacunas no tienen una inmunidad de larga duración por lo que el paciente debe consultar con su médico el tiempo en el que deberá aplicar un refuerzo ya sea para el niño o el adulto.
De igual forma se le recomienda a las personas que se encuentran en lugares donde hay problemas de saneamiento del agua:
Los síntomas que presenta la fiebre tifoidea pueden parecer similares a otras enfermedades como la salmonella, tuberculosis, paludismo, brucelosis, entre otras. Por esta razón, para que el médico pueda dar un diagnóstico, requiere que el paciente realice cultivos de heces, orina, sangre o médula ósea. Generalmente la prueba más sensible para la detección de la bacteria Salmonella typhi es el cultivo de médula ósea.
Aunque también existen otras alternativas para detectar infección de fiebre tiroidea como una prueba de sangre para detectar anticuerpos contra bacterias tifoideas.
El tratamiento que los médicos aplican es una terapia de antibióticos para el paciente. Usualmente es una combinación de tres antibióticos distintos, pero es necesario realizar el tratamiento bajo supervisión médica ya que el uso prolongado de estos medicamentos puede generar que la bacteria cree una resistencia a los antibióticos.
El médico también puede indicar aumentar el consumo de líquidos para prevenir la deshidratación. Cuando el paciente tiene por varios días fiebre y diarrea es necesario mantenerlo hidratado, en los casos más graves puede recomendar líquidos por vía intravenosa.
Por otro lado, cuando la bacteria ocasiona desgarramiento en los intestinos es posible que requiera de una cirugía para reparar las perforaciones del paciente.
Si el paciente no recibe tratamiento con antibiótico corre riesgo de sufrir complicaciones y fallecer por la enfermedad. En el caso de las personas que reciben una atención médica temprana podrán recuperarse de la fiebre tifoidea. Aquellos que corren mayor riesgo de muerte por esta enfermedad son los lactantes, ancianos y personas malnutridas.
Las complicaciones ocurren cuando se demora el tratamiento al paciente. Cuando la persona ya se encuentra en estado de coma o shock es un síntoma grave y hay mayor dificultad para su recuperación.
Según la OMS cada año se enferman entre 11 – 20 millones de personas de fiebre tifoidea. Asimismo, fallecen de esta enfermedad entre 128 mil – 161 mil personas que no son tratadas.
Aunque el paciente haya culminado su tratamiento con antibióticos y no se encuentre más en reposo deberá abstenerse de manipular alimentos hasta que esté totalmente libre de bacterias su organismo. Por lo general la bacteria puede quedar almacenada en el intestino por varios meses, aunque no se presenten síntomas.
Lo recomendable es que el paciente luego de su recuperación se realice un coprocultivo mensualmente hasta que salga 3 veces seguidas negativo de la bacteria Salmonella typhi.
La aparición de pacientes con fiebre tifoidea en cualquier centro de salud de Venezuela es un evento que debe notificarse de forma obligatoria al Ministerio de Salud, aunque haya sospechas de la aparición de la enfermedad, y aún no se haya confirmado o descartado.
Sin embargo, los infectólogos consideran que la fiebre tifoidea no es una situación que deba generar alarma, solo se deben tomar las medidas preventivas en caso de existir algunos casos. En las áreas donde ocurren deslaves u otros desastres naturales existe un mayor riesgo de contaminación con aguas servidas, lo que aumenta el riesgo de contagio.
Asimismo, aquellas personas que sospechan estar en presencia de agua que pueda estar contaminada, deben hervir toda el agua que se consume y con la que se lavan los alimentos, para prevenir la fiebre tifoidea.
En la Policlínica Metropolitana contamos con médicos infectólogos capacitados para atender cualquier sospecha de enfermedad ocasionada por bacterias. También dentro de nuestros espacios contamos con un laboratorio clínico para realizarte todos los exámenes que necesites y tener un diagnóstico de forma oportuna.