El síndrome de Ovario Poliquístico suele detectarse en mujeres con periodos irregulares, síntomas de exceso de andrógenos y ovarios con aspecto multiquísticos.
El síndrome de Ovario Poliquístico suele detectarse en mujeres con periodos irregulares, síntomas de exceso de andrógenos y ovarios con aspecto multiquísticos.
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es la enfermedad endocrina más frecuente en el planeta. El diagnóstico, de acuerdo a las sociedades médicas líderes en este campo, debe establecerse con la presencia de dos de los tres siguientes criterios:
En adolescentes deben estar presentes los dos primeros criterios, ya que no se recomienda el uso de ultrasonido para observar ovarios poliquísticos como criterio de diagnóstico durante los primeros 8 años después de la primera regla.
Es normalmente el síntoma que las mujeres notan primero y que motiva que acudan al ginecólogo. Los ciclos menstruales de más de 35 días o de menos de 21 días deben motivar la consulta al ginecólogo, ya que con frecuencia estos ciclos representan una ovulación inadecuada. Sin embargo, con frecuencia, ciclos menstruales de 28 a 30 días se asocian también con ovulación inadecuada al medir la producción de progesterona por el ovario. En los primeros años después de la primera regla, los ciclos menstruales irregulares pueden ser normales, por tanto la evaluación por el especialista deberá aclarar cualquier duda.
Estos síntomas son particularmente marcados en los primeros años de vida reproductiva de la mujer con SOP, y se manifiestan por acné, cabello graso, caída del cabello y exceso de vello corporal. Son una razón para acudir a la evaluación con el ginecólogo, aunque con frecuencia la paciente va al dermatólogo. Sin embargo, más allá del componente estético, estos síntomas representan una manifestación de enfermedad en la esfera ginecológica, ya que hasta un 40% de las pacientes con estos síntomas y ciclos menstruales regulares, van a tener una ovulación inadecuada cuando se hace una evaluación detallada de laboratorio.
Se consideran ovarios de aspecto multiquístico a aquellos con más de 20 folículos de 2 a 9 mm en al menos un ovario o más de 10 ml de volumen ovárico, evaluado por ultrasonidos endovaginales de 8 Megahertzios. Este criterio es solo necesario si no está presenta una de las dos primeras características. Más que un síntoma, es un hallazgo en la evaluación médica.
El diagnóstico del síndrome de ovario poliquístico requiere una evaluación médica en persona y la realización de pruebas hormonales y de ultrasonidos endovaginal.
En el examen médico personal, se determinan el tiempo de duración de los ciclos menstruales, y las características físicas que puedan sugerir exceso de los andrógenos (acné facial o en la espalda, exceso de vello en el mentón, labio superior, mamas, abdomen y extremidades, caída del cabello y exceso de grasa en el mismo). También se determina la presencia de obesidad (frecuente en mujeres con síndrome de ovario poliquístico) y de acantosis nigricans (oscurecimiento de la piel en ciertas zonas corporales, inducido por el exceso de insulina).
Los exámenes hormonales más importantes son testosterona total, testosterona libre, índice de andrógenos libres, androstendiona y dehidroepiandrosterona sulfato (DHEA-sulfato). También podría el especialista requerir, niveles de hormona luteinizante, hormona foliculoestimulante, hormona estimulante de la tiroides (TSH), prolactina, progesterona, 17 hidroxiprogesterona, insulina y glicemia o curva de tolerancia glucosada (azúcar en la sangre). Un perfil de grasas en la sangre es deseable en algunas pacientes, dada la alta prevalencia de estas anormalidades en la población de mujeres con síndrome de ovario poliquístico.
El ultrasonido endovaginal es una herramienta valiosa si hay ausencia de algunos de los dos primeros criterios de diagnóstico (Hiperandrogenismo –clínico o bioquímico-, o ausencia de ovulación). En la mujer que ya tiene más de 8 años transcurridos desde el primer periodo, se recomienda su uso, particularmente el eco endovaginal de alta resolución, que permite visualizar pequeños folículos (mal llamados quistes) de 2 a 9 mm en los ovarios, así como medir con precisión el tamaño y el volumen del ovario. En condiciones excepcionales podría usarse el eco transabdominal, pero no es lo deseable.
Infertilidad o subfertilidad y crecimiento exagerado del grosor del endometrio (capa que recubre el útero por dentro). Esto conlleva a un incremento en el riesgo de padecer condiciones premalignas (hiperplasia) y malignas de endometrio (cáncer).
Sobrepeso y obesidad, presencia de acné, cabello graso, exceso de vello en el cuerpo (hirsutismo), y alopecia. Todo esto conlleva a la presencia de una baja autoestima en la mujer afectada por estas condiciones.
Las pacientes afectadas por el SOP con frecuencia presentan anormalidades en los niveles sanguíneos de colesterol, triglicéridos, glucosa e insulina; situación que las lleva a un incremento en el largo plazo de los riesgos para padecer Diabetes y Enfermedades Cardiovasculares.
El tratamiento del síndrome de ovario poliquístico debe estar enfocado en resolver el problema que indujo a la mujer a venir a la consulta con el ginecólogo y secundariamente en aminorar las consecuencias que trae la enfermedad en las diferentes áreas de la salud de la mujer. Veamos:
Esta área comprende el manejo de los problemas de ovulación por su impacto no solamente en el área de la fertilidad sino en el área de la salud ginecológica. La ovulación inadecuada, además de ser una causa de infertilidad hace que el endometrio (capa que recubre el útero por dentro) tienda a crecer de forma exagerada, aumentando el riesgo de lesiones precancerosas de endometrio y de sangrados excesivos.
El tratamiento de la ausencia de ovulación, incluye optimización en las esferas del metabolismo de los carbohidratos, peso corporal, dieta, ejercicio, hábito tabáquico, consumo de alcohol. Después de estas medidas generales, usualmente se puede indicar medicamentos como el letrozole, citrato de clomifeno (que se ingieren en forma de tabletas) o las ampollas de FSH/LH (hormonas que inducen la ovulación al ser administradas por vía subcutánea, similar a como se administra la insulina en las personas con diabetes). La segunda línea de tratamiento es el uso de la laparoscopia para realizar una cirugía ovárica que puede restaurar la ovulación en pacientes que no respondan a los medicamentos para inducir la ovulación. El uso de la fertilización in vitro para el tratamiento de la infertilidad asociada al síndrome de ovario poliquístico se considera la tercera línea de tratamiento
En esta área tenemos problemas que afectan la autoestima de la mujer, desde la presencia de acné en la adolescencia, hasta la presencia de hirsutismo (exceso de vello corporal), cabello grasoso, caída del cabello (alopecia) y aumento exagerado de peso.
La nutrición adecuada y un programa de actividad física son la parte inicial del tratamiento en el área no reproductiva. Los anticonceptivos orales, junto a los medicamentos antiandrógenos son la piedra angular para las manifestaciones clínicas de exceso de andrógenos. El uso de la metformina está indicado cuando hay resistencia a la insulina. Si el sobrepeso no mejora con los cambios en el estilo de vida y el tratamiento de la insulinorresistencia, se puede indicar el uso de medicamentos anti obesidad. El uso de la cirugía bariátrica para aliviar el sobrepeso en las pacientes con síndrome de ovario poliquístico se considera aún experimental.
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Creado por: Dr. Luis Sánchez
Especialidades: Endocrinología de la Reproducción e Infertilidad