Durante el embarazo el aumento de la presión arterial puede causar preeclampsia. Conoce sus síntomas y cómo prevenirla
Durante el embarazo el aumento de la presión arterial puede causar preeclampsia. Conoce sus síntomas y cómo prevenirla
La preeclampsia es una complicación del embarazo caracterizada por presentar hipertensión arterial, daño hepático y edema. Si no se detecta y atiende a tiempo puede generar graves complicaciones para la madre y el bebé.
Según estudios realizados, esta afección puede presentarse en 1 de cada 25 embarazos. Aquí te compartimos nuestra Guía Práctica Clínica (GPC) de preeclampsia para que estés atenta a las señales que se presenten.
Los principales síntomas de preeclampsia son la presión arterial alta y la aparición de daños en el hígado o en los riñones. Otros de los síntomas que pueden aparecer son:
En los exámenes médicos se pueden detectar algunas señales de alerta como:
Durante el embarazo, el aumento de peso e hinchazón en rostro y manos puede ser un signo de preeclampsia. Los médicos consideran que la hinchazón en tobillos y pies es un proceso normal durante la gestación.
Toma en consideración que la preeclampsia puede ser asintomática, la madre puede no detectar molestias, pero por medio de los exámenes de rutina con el ginecobstetra puede detectarse a tiempo.
Los especialistas de la salud creen que la causa de la preeclampsia comienza en la placenta. Este es el órgano que nutre al feto y suministra oxígeno para que continúe su crecimiento. Además, allí se forman los nuevos vasos sanguíneos.
Pero cuando la madre tiene problemas en el desarrollo o en funcionamiento correcto de los vasos sanguíneos se puede desarrollar la preeclampsia. Cuando ocurren problemas de circulación de la sangre en la placenta puede ocasionar un desbalance en la presión arterial de la madre.
Asimismo, existen varios factores de riesgo que pueden causar la preeclampsia y la eclampsia:
Durante la gestación las consultas y el control prenatal son muuy importantes debido a que posibilitan el diagnostico precoz de alguna afección y en consecuencia se puede aplicar un tratamiento. Nuestra recomendación es que se asista un chequeo médico con el gineco obstetra para mayor seguridad y evitar riesgos durante el embarazo.
Cuando la preeclampsia es severa puede causar problemas en el hígado, insuficiencia renal e incluso, un accidente cerebrovascular.
Las mujeres que han pasado por una preeclampsia aumentan el riesgo de presentar enfermedades del corazón y cardiovasculares. La patología de hemólisis también puede aparecer ocasionando una disminución de las plaquetas y un aumento de las enzimas hepáticas. La hemólisis puede poner en riesgo la vida de la madre y del bebé.
La preeclampsia y la eclampsia pueden aparecer luego de la semana 20 de embarazo. La preeclampsia es la etapa inicial de la hipertensión, si no es atendida a tiempo puede avanzar de forma repentina y transformarse en eclampsia.
Cuando aparecen convulsiones la preeclampsia pasa a ser eclampsia. Los estudios detectan que 1 de cada 200 pacientes con preeclampsia pueden convulsionar. Si no es tratada la eclampsia a tiempo puede ser fatal para la madre o el bebé.
El mayor riesgo de eclampsia puede presentarse durante el trabajo de parto o luego de este. Durante las siguientes 24 horas después del parto deben mantenerse bajo observación médica para prevenir mayores complicaciones.
Durante la preeclamsia de la madre, los bebés pueden sufrir complicaciones como los mencionados a continuación:
La preeclampsia puede curarse al momento de dar a luz, cuando el bebé nace y sale de la placenta se disminuyen los niveles de presión arterial. Sin embargo, cada cuerpo es diferente y en algunos casos los síntomas pueden persistir o comenzar después del parto.
En el caso de las mujeres que tengan mayor riesgo de preeclampsia, el médico puede proponer inducir el parto o programar una fecha para la cesárea a partir de la semana 37.
Si el bebé en gestación aún no se encuentra totalmente desarrollado y la madre presenta preeclampsia leve, el obstetra puede recomendar reposo, medicamentos para bajar la presión arterial y visitas más frecuentes al consultorio. Esto será hasta que el médico considere que el bebé se ha desarrollado adecuadamente.
En circunstancias de emergencia la madre con preeclampsia puede ser hospitalizada. El equipo médico puede supervisar cuidadosamente tanto a la madre como al bebé para controlar la presión arterial, prevenir convulsiones, entre otros riesgos. Además, se busca tomar el momento más seguro para dar a luz al bebé si es necesario.
Luego del parto, a la madre se le controla de cerca para monitorear los niveles de presión arterial y los demás síntomas ocasionados por la preeclampsia. En caso que la madre durante el postparto presente dolor fuerte de cabeza, náuseas, vómitos, dolor abdominal intenso o visión borrosa, será necesario que busque atención médica con un cardiólogo.
Una dosis baja de aspirina puede disminuir los riesgos de preeclampsia, sobre todo en aquellas madres que han tenido un embarazo anteriormente en donde ocurrió un nacimiento prematuro. Sin embargo, debe consultar con su médico para saber si es conveniente.
Adicionalmente, el médico puede sugerir a la madre el consumo de calcio en suplementos si nota que tiene poco consumo en su dieta habitual. Toma en cuenta que la mejor forma de prevenir la preeclampsia es manteniendo un estilo de vida saludable y realizarse un chequeo regular con el obstetra.
En la Policlínica Metropolitana ofrecemos el servicio de ginecología y obstétrica para la realización de consultas prenatales de forma periódica. Es fundamental que te comuniques con tu doctor si comienzas a presentar algún signo de preeclampsia. Además, tenemos a la disposición servicio de emergencia pediátrica y para adultos trabajando las 24 horas.
Los síntomas de náuseas, dolores de cabeza o molestias pueden ser comunes en el embarazo, pero también pueden indicar un problema de salud. La atención médica oportuna previene daños a la salud tanto de la madre como del bebé.