Una fractura de pelvis suele ser muy común en adultos mayores y suele ser difícil identificar la complejidad de la lesión...
Una fractura de pelvis suele ser muy común en adultos mayores y suele ser difícil identificar la complejidad de la lesión...
La fractura de pelvis suele ser muy común en accidentes de alto impacto. Un ejemplo de esto podría ser un accidente de tránsito o una caída a gran altura. En adultos mayores son poco comunes. Pero, puede ocurrir por caídas leves si el paciente tiene un antecedente de osteoporosis.
En esta área del cuerpo existen cinco huesos que son el sacro, coxis, ilion, isquion y pubis, que se encuentran cubiertos por ligamentos que unen la pelvis del sacro, lo que crea una forma de anillo en la parte inferior de la caja torácica. Por eso, una rotura en alguna de estas zonas puede comprometer la integridad de la pelvis y la movilidad de una persona. Además, de provocar alguna hemorragia que sea mortal.
Continúa leyendo para conocer las causas y posibles tratamientos que existen ante una lesión de esta magnitud.
Aunque es poco común, una fractura de pelvis puede ocurrir en un joven como consecuencia de algún accidente automovilístico o de moto por ir a alta velocidad. Otra causa se puede deber a la colisión de un automóvil contra un peatón.
En este tipo de lesiones es común que se presente una hemorragia, lo que desencadenaría en una disminución peligrosa de la tensión arterial.
En personas mayores, algunas de las causas más comunes para que ocurra una fractura de este tipo es la osteoporosis, enfermedad que debilita los huesos disminuyendo el tejido óseo, volviéndolos débiles y quebradizos. Asimismo, es frecuente que les ocurra una lesión luego de caerse de la bañera, las escaleras, entre otros lugares.
Por otro lado, en adolescentes, llegan a ocurrir por la práctica de alguna actividad deportiva. En estos casos, se conoce como fracturas por avulsión y generalmente se producen al contraerse el músculo súbitamente y arrancar un pequeño fragmento óseo del isquion, la zona en la que se insertan los músculos isquiotibiales. La avulsión más común es de la espina iliaca anteroinferior y superior donde se inserta el recto anterior.
La respuesta a esta pregunta es afirmativa. Las fracturas de pelvis llegan a causar un fuerte dolor en la ingle, sobre todo cuando se está sentado o acostado. A la persona se le imposibilita caminar por sí mismo. Al palpar la zona, se puede notar un abultamiento en el área, inestabilidad pélvica y la presencia de un hematoma.
En casos graves e inestables, el paciente siente un dolor extremo y se le dificulta moverse. La mayoría de los casos presenta lesiones asociadas como de órganos blandos, vejiga, bazo, o fracturas de otros huesos, son pacientes politraumatizados ya que el trauma que lo origina es de alta energía. También se puede presentar una lesión en alguna otra estructura, por lo que la persona podría tener otros síntomas, como, por ejemplo, sangre en la orina, dificultad para orinar, sangrado en la zona rectal, la vagina o el pene.
La estructura de la pelvis tiene forma de anillo, cuando ocurren fracturas puede también estar involucrado un daño en los ligamentos. Dependiendo de la dirección en la que se dirige la fractura y la fuerza que causó la lesión se puede determinar el tipo de ruptura que tuvo el paciente.
En esta lesión con frecuencia hay una ruptura en el anillo pélvico y los extremos de los huesos que han sido rotos se alinean adecuadamente. Algunos de los tipos de fractura que se pueden encontrar son:
La fractura estable no compromete la integridad del anillo pelviano posterior, por lo que suelen ser tratadas con ortopedia. En la mayoría de los pacientes es poco frecuente el tratamiento quirúrgico.
En este tipo de fracturas de pelvis existen 2 o más roturas en el anillo pélvico posterior. Ocurre en desplazamiento en los huesos rotos por lo que no se pueden alinear correctamente.
Las lesiones inestables se deben con frecuencia a un evento de alta impacto. Los tipos de fractura pélvica inestable son:
Estas lesiones son menos frecuentes, llegando a ocurrir un 22% en todos los casos. Son consideradas como parcialmente estables con ciertos grados de inestabilidad. En algunos casos es fundamental realizar una cirugía dependiendo del grado de inestabilidad y desplazamiento.
Cabe destacar que las fracturas pélvicas pueden clasificarse como abiertas o cerradas. “Abiertas” cuando los fragmentos de huesos sobresalen a través de la piel; y “cerradas” cuando se mantienen dentro de la piel. Las fracturas abiertas son graves y deben atenderse de forma inmediata para evitar la infección en la herida o hueso.
Si una persona cree que ha sufrido una fractura de pelvis, debe acudir inmediatamente a un servicio de emergencia, donde debe ser manejado por un equipo multidisciplinario que involucre al emergenciólogo, traumatólogo, cirujano general y medicina crítica. Se debe manejar según los protocolos internacionales de paciente politraumatizado, y dentro de los estudios de imágenes tipo, Rx de tórax, Rx de pelvis, ecofast para diagnóstico rápido e inicial, de estar en presencia de una fractura de pelvis hemodinámicamente estable completar con otros estudios de imagen tipo Tac con reconstrucción 3D y proyecciones especiales de pelvis de Judet Rx pelvis centrada en pubis en AP, ENTRADA, SALIDA, ALAR Y OBTURATRIZ.
En caso de sospechar la existencia de una lesión en otras zonas, como las vías urinarias, los médicos realizarán un examen de exploración, en los hombres será el urólogo y en las mujeres el ginecólogo.
En casos de traumatismos severos, es indispensable la atención médica inmediata. Por esto existen algunas opciones dependiendo del grado de la lesión. Continúa leyendo para conocer cuáles son:
Las fracturas de pelvis de este tipo se suelen curar sin causar una discapacidad permanente. Como se mencionó anteriormente, la cirugía rara vez es necesaria, lo que se recomienda en estos casos es el reposo absoluto.
Aun así, esto puede no ser suficiente, ya que el dolor llega a ser intenso. Según el tipo de fractura, el profesional encargado del caso podrá recetar algunos analgésicos y, con el paso de los días, podrá empezar a dar algunos pasos y caminar pequeñas distancias, para así evitar la rigidez
Cuando llegan estos casos a emergencia, una vez estabilizado el paciente, el personal médico estabiliza el anillo con una sábana o cincha pélvica. Asimismo, el médico puede aplicar una estructura metálica rígida a la pelvis, para mejorar la estabilización de esta zona. La estructura de metal va por fuera del cuerpo y es conocido como “fijador externo”.
Luego se procederá a realizar una cirugía para alinear los fragmentos óseos colocando placas y tornillos para mantenerlos en su lugar. Este procedimiento se conoce como “reducción abierta y fijación interna”. Sin embargo, su realización dependerá del tipo de fractura que tenga el paciente. Los expertos en el área evaluarán la complejidad de su abordaje y técnica a realizar.
Las fracturas de pelvis son una de las lesiones que ponen a prueba las capacidades de los cirujanos y médicos de emergencia. Tratarlas y corregirlas dependerá siempre del grado que la lesión posea. Aun así, se necesita de un equipo experto para pronosticar posibles lesiones que puedan complicarse con el tiempo.
En Venezuela existen dos especialistas en fracturas de pelvis: Adrien Roa y Mariangela Mata. Podrás encontrar sus números telefónicos en el directorio médico de Policlínica Metropolitana, para consultas, evaluaciones y diagnósticos.
El especialista de los huesos es el traumatólogo, también conocido como cirujano traumatólogo. Los ortopedistas se encargan del diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y prevención de las enfermedades, lesiones y trastornos del sistema musculo esquelético, que incluye huesos, articulaciones, ligamentos, tendones, músculos y nervios.
Consultar a un Traumatologo es esencial si experimentas dolor persistente en los huesos, articulaciones o músculos, has sufrido una lesión, o tienes una condición crónica que afecta tu movilidad y calidad de vida.