La atención de emergencia pediátrica ha sido creada como un servicio de asistencia rápida e inmediata que requiera niños y bebés.
La atención de emergencia pediátrica ha sido creada como un servicio de asistencia rápida e inmediata que requiera niños y bebés.
Los accidentes pueden ocurrir en cualquier momento de nuestras vidas; y los pequeños no están exentos de esta realidad. La atención de emergencia pediátrica ha sido creada como un servicio de asistencia rápida e inmediata en caso de alguna situación de urgencia que requiera una atención del infante.
En este caso queremos contarte cuáles son los tipos de emergencia pediátrica, saber qué hacer y mucho más.
Existen algunos síntomas que pueden tener los niños que son una señal de emergencia pediátrica y que deben ser atendidas de forma inmediata:
Asimismo, existen otros factores que pueden ser poco comunes pero, de igual forma requieren de una asistencia médica inmediata:
La emergencia pediátrica se clasifica según el tipo de paciente que llega. En este caso existen dos:
Son aquellos pacientes que llegan a la emergencia pero muestran un aspecto normal, una buena circulación y una respiración regular. En este caso, estos pacientes pueden ser atendidos en orden de llegada, esperar al chequeo de atención primaria y la exploración correspondiente para realizar un diagnóstico.
Cuando un niño llega con alguna señal alterada, ya sea en su aspecto, la circulación o la respiración, significa que requiere atención inmediata. Los pacientes inestables deben atenderse de forma inmediata para estabilizar sus signos vitales. En algunos de estos casos el paciente podrá requerir oxígeno, colocarle una vía intravenosa, monitorear sus signos, entre otros.
Una vez se haya realizado todo este proceso es que comienza a realizarse la atención primaria y a dar un diagnóstico para tratar al paciente.
Como usualmente las emergencias causadas por accidentes no es algo que pueda prevenirse, en estos casos lo más importante es prepararse previamente para saber la forma correcta en la que debe actuar ante estos eventos. Los pasos que debe seguir son:
Cuando hay una emergencia pediátrica en muchas ocasiones los padres se desesperan, lo cual es un grave error. Debido a esto, se pueden cometer errores, además, la ansiedad causada por los representantes será transmitida hacia los hijos, por lo que no ayudará a mejorar su estado de salud.
Debido a esto, es mejor respirar profundo, verificar cuáles son las primeras asistencias que se pueden ejecutar y transmitir esa sensación de calma al pequeño de la casa.
Luego, es necesario llamar al pediatra de confianza o algunos consultores especiales. Ellos tendrán la capacidad de hacer los asesoramientos necesarios para atender la emergencia creada.
Igualmente, los padres sabrán con mayor certeza si será necesario llevarlos a una sala de emergencia o es una situación que se puede atender en casa. Aunque, si el problema es grave, no dude en llamar al centro de emergencias (911) o al seguro que esté afiliado ya que prestan servicio de atención primaria y ambulancia.
Si es una herida leve hay que lavar la herida con agua con la finalidad de ver el sitio afectado y cubrir con una gasa estéril o un paño limpio. Después de esto hay que lavarlo con jabón y secarlo. Por último, cubrirlo para evitar infecciones.
¿Hay mucho sangrado? Lo primero es lavar y cubrir la zona afectada con una gasa o paño estéril y hacer presión. Si después de unos minutos no para de sangrar lo mejor es efectuar presión y colocar otra gasa e ir a una sala de emergencia.
Si hay un caso de asfixia, lo más importante es llamar al centro de emergencia lo más rápido posible o llevarlo lo más rápido al médico. ¿Cuál es la acción más recomendable? La maniobra de Heimlich es la más recomendada para intentar expulsar lo que impide la capacidad de respirar.
En caso de que el niño quede inconsciente es necesario aplicar un RCP, por este motivo, es necesario ver guías para este tipo de situaciones y así aplicarlo de forma correcta. De igual manera, actuar de forma rápida será lo mejor para evitar un episodio fatal.
La primera reacción que suelen tener los padres al ver a su hijo herido es moverlo bruscamente, sin embargo, esto puede empeorar la situación. ¿Qué se debe hacer? No cambiar de lugar al niño (al menos que sea un sitio peligroso) y analizar la situación.
Luego, aplicar los primeros auxilios y llamar al especialista, aunque si la situación es grave acudir a una sala de emergencia o llamar al 911.
Si hay caso de intoxicación o sospecha de envenenamiento debe llevar al niño a la sala de emergencia lo más pronto posible. Además, debe llevar o saber qué causó estas patologías.
Esta puede ser una situación que puede alarmar a los padres, sin embargo, lo más importante es mantener la calma. Luego, es necesario colocar al hijo en el suelo suavemente y retirar cualquier objeto que pueda lastimarlo.
Después, colocarlo en un costado con la finalidad de evitar una asfixia, además, es necesario quitar todo lo que obstruya su cuello. Seguidamente, ver si durante el episodio se presentan signos de falta de respiración y tono de color azulado.
Es necesario ver el tiempo que ha durado la convulsión. Si hay signos de asfixia o dura más de 5 minutos se debe ir a una sala de emergencia o llamar al 911 de inmediato.
Posteriormente a esto, el centro de atención médico le solicitará llenar una serie de datos relacionados con los datos personales del niño, del adulto y los antecedentes médicos que pueda tener.
Tomar algunas medidas para saber cómo actuar ante una situación de riesgo ayudará a tener un mejor control de la situación y evitará que el niño se encuentre ansioso o inquieto por la situación.
En este sentido lo más recomendable es que, antes de cualquier emergencia, evalúes tu entorno. Localiza el centro de atención médica que queda más cerca de ti para poder trasladar al pequeño. Toma en consideración que posean servicio de emergencia pediátrica para que el niño pueda tener una atención de calidad por los especialistas.
Adicionalmente, aprender a realizar primeros auxilios en niños puede ser una herramienta vital para poder estabilizar al niño antes de ser atendido por los médicos. El RCP es muy diferente para niños y adultos, por lo que debe aprenderse apropiadamente.
Finalmente, mantén el contacto de tu pediatra en el teléfono para que puedas comunicarte con él de forma rápida y oportuna. Él puede orientarte al centro donde puedas trasladarte e indicar cómo actuar ante la situación que se presente.
En Policlínica Metropolitana contamos con servicio de emergencia pediátrica que se encuentra abierto las 24 horas del día para ofrecer atención oportuna a los pequeños. Si necesitas asistencia médica puedes dirigirte de forma inmediata al área de emergencia.