La intolerancia a la lactosa es extremadamente común a nivel mundial y puede causar muchos problemas gastrointestinales a quien lo padece. ¡Conoce más!
La intolerancia a la lactosa es extremadamente común a nivel mundial y puede causar muchos problemas gastrointestinales a quien lo padece. ¡Conoce más!
La intolerancia a la lactosa es una condición digestiva que ocurre cuando el cuerpo no puede digerir adecuadamente la lactosa, un azúcar natural presente en la leche y sus derivados. Esto se debe a una deficiencia de lactasa, la enzima encargada de descomponer la lactosa en azúcares más simples (glucosa y galactosa) para ser absorbidos por el organismo. Como resultado, la lactosa no digerida permanece en el intestino, causando diversos síntomas gastrointestinales.
La intolerancia a la lactosa es extremadamente común a nivel mundial:
La lactosa es un tipo de azúcar natural que se encuentra en la leche de mamíferos (vaca, cabra, oveja, e incluso humana).
Para que el cuerpo pueda aprovecharla, necesita ser descompuesta en el intestino delgado por la enzima lactasa.
La intolerancia, en este contexto, se refiere a la incapacidad parcial o total de digerir la lactosa debido a una insuficiencia de lactasa.
Los síntomas suelen aparecer entre 30 minutos y 2 horas después de consumir alimentos con lactosa. Su intensidad varía según la cantidad ingerida y el nivel de deficiencia de lactasa. Los más comunes incluyen:
La intolerancia a la lactosa se debe a una deficiencia o ausencia de lactasa, la enzima encargada de descomponer la lactosa en el intestino delgado. Esta condición puede desarrollarse por diferentes motivos, que se clasifican en tres tipos principales: primaria, secundaria y congénita. A continuación, te explico cada una:
Es la causa más común y está relacionada con una disminución natural de la producción de lactasa después de la infancia.
Ocurre cuando el intestino delgado deja de producir suficiente lactasa debido a daños o enfermedades en la mucosa intestinal. Es reversible en muchos casos si se trata la causa subyacente.
Causas comunes:
Intolerancia congénita
Es una condición extremadamente rara causada por una mutación genética que impide la producción de lactasa desde el nacimiento.
La dieta para quienes son intolerantes a la lactosa se basa en evitar o limitar los alimentos que contienen lactosa y sustituirlos por alternativas nutritivas y seguras. Sin embargo, la tolerancia a la lactosa varía entre individuos; algunas personas pueden consumir pequeñas cantidades sin experimentar síntomas.
Los alimentos con alto contenido de lactosa suelen incluir:
Lácteos frescos:
Productos lácteos procesados:
La lactosa se encuentra como ingrediente en muchos productos procesados. Verifica etiquetas que incluyan:
Las alternativas libres de lactosa permiten mantener una dieta equilibrada y disfrutar de productos similares a los lácteos:
Leches vegetales: Almendra, avena, coco, soya, arroz.
Productos lácteos sin lactosa: Leche deslactosada, yogures y quesos libres de lactosa.
Mantequilla clarificada (ghee): Contiene trazas insignificantes de lactosa.
Quesos añejos: Algunos quesos como el parmesano o el cheddar tienen muy poca lactosa.
Los suplementos de lactasa enzimática (en tabletas o gotas) pueden ayudar a digerir la lactosa.
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