La salud mental en la infancia es fundamental para el correcto desarrollo de un niño.
La salud mental en la infancia es fundamental para el correcto desarrollo de un niño.
La salud mental en la infancia significa un mejor desarrollo emocional en la adultez, así como aprender destrezas sociales saludables y un óptimo enfrentamiento de problemas. Los niños que son mentalmente sanos desarrollan una calidad de vida ideal y se desempeñan mejor en la casa, la escuela y la comunidad.
Los trastornos mentales en la infancia se describen como un cambio en la forma de aprender, comportarse y relacionarse, lo que provoca angustias y problemas en sus actividades diarias.
Muchos niños desarrollan temores y preocupaciones o muestran comportamientos disruptivos. Al sufrir síntomas serios y persistentes, las actividades diarias se ven comprometidas.
El tener una buena salud mental en la infancia no significa necesariamente la ausencia o presencia de un trastorno. Si quieres conocer más del tema, continúa leyendo.
No suele ser fácil comprender los problemas de salud mental en la infancia, ya que el desarrollo normal de un niño es un proceso que implica cambios constantes. Incluso, los síntomas suelen diferir según la edad.
Además, la preocupación por el estigma social asociado a una enfermedad mental, el uso de medicamentos y el costo llegan a impedir que los padres busquen la atención que los pequeños necesitan.
Estos son algunos de los trastornos mentales en niños más comunes:
El trastorno de ansiedad en niños se manifiesta como miedos, preocupaciones o ansiedades persistentes que impiden la realización de sus actividades diarias. Por ejemplo, participar en juegos, ir a la escuela o experimentar situaciones atípicas para su edad.
Los diagnósticos más comunes son ansiedad social, trastorno de ansiedad generalizada y trastorno obsesivo-compulsivo.
En comparación con la mayoría de los niños de la misma edad, los pequeños con esta afección tienen dificultades de atención, así como conductas impulsivas, hiperactividad o alguna combinación de estas condiciones.
Aunque este es un trastorno neurológico que se manifiesta en la infancia temprana, la gravedad suele variar. Los niños que lo padecen pueden sufrir dificultades para comunicarse e interactuar con los demás.
Estos se definen como la preocupación por un tipo de cuerpo ideal, pensamiento sobre el peso e imagen corporal que suelen estar distorsionados y reflejan una pérdida o aumento de peso considerable.
Estos problemas pueden desencadenar en anorexia o bulimia nerviosa y disfunciones emocionales y sociales.
La depresión es un sentimiento persistente de tristeza y pérdida de interés que llega a perturbar la capacidad de un niño para desempeñarse en la escuela e interactuar con los demás.
Los pequeños también pueden desarrollar un trastorno bipolar, el cual provoca cambios de humor abruptos que van desde la manía hasta la depresión.
Si, como padre, te encuentras preocupado por la salud mental en la infancia, debes estar atento a estas señales:
Buscar a un profesional de la salud mental infantil es fundamental para corregir las conductas que te preocupan. Un psicólogo se especializa en la psicoterapia y otras formas de tratamiento. Está capacitado para tratar la conducta humana, evaluar la salud mental, diagnosticar y corregir los cambios de comportamiento.
Estos terapeutas trabajan para ayudar a los pacientes a modificar sus sentimientos y actitudes, así como a desarrollar patrones de conducta más saludables y eficaces.
Aplican varios procedimientos validados científicamente para corregir la conducta. En sí, trabajan en conjunto con el paciente para obtener los mejores resultados.
Para encontrar un psicólogo que ayude a la salud mental infantil lo principal será preguntar al pediatra de cabecera o a otros profesionales de la Salud.
Lo más probable es que si existe algún problema de salud mental en la infancia se necesite realizar cierto tipo de terapia o tratamiento para corregir esa conducta. Continúa leyendo para saber cuáles son las terapias más usadas por los psicólogos:
También conocida como “terapia de diálogo” tiene muchos enfoques distintos. Entre ellos la terapia estructurada que busca resolver problemas específicos del niño y el adulto.
Una terapia eficaz en los infantes siempre requiere de la participación de los padres en el tratamiento. Capacitar a todos los implicados en habilidades y práctica de estas en la casa y la escuela. A lo largo de las sesiones, se podrá medir el progreso del pequeño mediante la evaluación y aplicación de escalas.
Puede usarse junto con la psicoterapia. Como pasa en el caso de los adultos, el tipo de fármacos que se usen dependerá del diagnóstico dado. Puede incluirse en la lista antidepresivos, estimulantes o estabilizadores del ánimo.
Incluir a los padres y todos los miembros de la familia en el tratamiento ayuda a estos a comprender mucho mejor como los desafíos individuales del niño afectan las relaciones en su dinámica familiar.
Las sesiones individuales con cada padre es una excelente manera de capacitarlos y hablar con ellos libremente. Esto puede ofrecer nuevas formas de apoyar a su hijo y manejar el comportamiento difícil de manera asertiva.
El procedimiento básico para comenzar a trabajar la salud mental en la infancia es reunir a todos los implicados con un terapeuta. En esta primera sesión se harán preguntas y el especialista aprenderá un poco cuál es la dinámica familiar y el problema que se presenta.
A lo largo de todas las visitas es posible que el niño realice algunas de estas acciones:
Para hacer un correcto diagnóstico los médicos y profesionales prestan atención a la salud mental en la infancia del paciente. Como padre, puedes aportar todo lo que creas pertinente y permitir que los psicólogos traten a tu pequeño.